Sin importar lo que motivan nuestras decisiones, eso siempre va afectar nuestras relaciones con otras personas. Pero también nuestra relación con Dios.
Creer simplemente que hago la voluntad de Dios no lo convierte automáticamente en su voluntad porque puedo estar haciéndolo según mis deseos.
Es por eso que antes de tomar cualquier decisión debemos llevar todo pensamiento a los pies de Cristo, debo entregarle el control de mi vida. Romanos 12:1-2
Pregúntate
¿Lo que estoy pensando glorifica a Dios?
¿Me va a ayudar a crecer en mi vida espiritual?
¿Esta permitido en la Biblia lo que estoy haciendo o pensando hacer?
¿Lo que pido a Dios es santo?
¿Porqué me cuesta tanto hacer la voluntad de Dios?
-Por que no nos damos cuenta la forma en que estamos viviendo, no recordamos «Decisiones que Cambian Vidas: Sabiduría para Elegir con Confianza» Efesios 5:1-2
-Necesitamos recordar que no debo hacer lo que hacia antes. Efesios 5:3-13
¿Porqué si sabemos lo que Dios dice en su Palabra, aún seguimos insistiendo en hacer lo que El nos dice que no hagamos?
-Estamos dormidos espiritualmente. Efesios 5:14
-Estamos viviendo descuidadamente. Efesios 5:15-17
Si vivimos nuestra vida como necios entonces:
-Seguiremos haciendo lo mismo aunque sabemos que nos va a traer mal.
-Sabemos hacer lo correcto pero no lo hacemos.
-Me aferro a mis ideas, a mis razones y a mi autojustificación.
-Sigo viviendo como si Dios no existiera o solo tomando lo que me conviene de El.
El que vive como sabio entonces:
-Es uno que toma a Dios en cuenta y espera en El
-Es uno que practica lo que sabe que la Biblia da por bueno.
-Es alguien que entiende que no lo sabe todo y necesita de Dios.
Proverbios 3:5-8
«Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento.
Busca su voluntad ene tood lo qu hagas, y él lte mostrará cuál camino tomar.
No te dejes impresionar por tu propia sabiduría. En ccambio, teme al Señor y aléjate del mal.
Entonces dará salud a tu cuerpo y fortaleza a tus huesos»